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Disponible el último boletín informativo del Observatorio de la Infancia en Andalucía.

21, mayo 2014

Se pretende el acercamiento a la atención de neonatales, niños, niñas y adolescentes en los hospitales.

 

 

Ya está disponible el último Boletín informativo nº 68: Atención de la infancia y adolescencia en el ámbito hospitalario, del Observatorio de la Infancia en Andalucía

 

Descarga los contenidos del mismo: Atención de la infancia y adolescencia en el ámbito hospitalario:

http://www.observatoriodelainfancia.es/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=4260


Los niños, niñas y adolescentes hospitalizados tienen necesidades especiales por su edad y su madurez. Y en este sentido, se han desarrollado programas de intervenciones que favorecen el diseño de hospitales más amigables, acordes con las recomendaciones internacionales sobre el cuidado de menores en las instituciones sanitarias, con el objeto de mejorar la atención y la calidad de vida de estos pacientes.


La Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN) lanzada por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, una serie de recomendaciones que tratan de promover y apoyar la lactancia materna; los Cuidados Centrados en el Desarrollo o el apoyo de la familia no como espectador pasivo, sino como elemento activo de la vida hospitalaria, son algunas de ellas.


En relación a la población adolescente hospitalizada, abundantes estudios indican la importancia de brindar la atención especializada que este colectivo requiere y de hacerlos participes en el diseño de los entornos y sistemas de cuidado de su salud.


Junto a los cuidados médicos, el hospital debe procurar al niño, niña o adolescente la atención psicológica y educativa que se adapte a sus características y necesidades y que incida positivamente en su desarrollo intelectual, afectivo y social, durante el periodo que dura su hospitalización. De lo que se trata es de hacer la estancia en el hospital lo más grata y relajada posible, dándoles todo el apoyo necesario para que se recuperen lo antes posible, y que vuelvan a su vida habitual.


La muerte de niños, niñas y adolescentes y la atención al final de sus vidas es la situación más dolorosa a la que se enfrentan estos menores junto a sus familiares y equipos de profesionales sanitarios, pero también es una responsabilidad de toda sociedad. En estos casos deben recibir una atención especializada, adaptada a sus necesidades y basada siempre en sus derechos.