Atrás

VAZ, Francis

Imagen

Datos biográficos

Nació en Huelva, en 1962. Fue coeditor de la revista de narrativa Tranvía, director del programa radiofónico El jardín de la memoria, y de la tertulia literaria Cafe del Arte.

Fallece repentinamente en diciembre de 2018 a los 56 años de edad.

 

Obra literaria

Ha publicado: 

  • Palabra y piedra (Huelva: Diputación Provincial; Fundación El Monte, 2001).
  • Artistas, por supuesto (Huelva: Bar, 1900, 2002).
  • Antología de Drink River (Aljaraque, Huelva: Islavaria, 2008). 
  • La ingenieria de los números primos (Huelva: El Alquimista Andaluz, 2015). 
  • Peces de colores (Huelva: Niebla, 2015). Primera novela del autor. 
  • Dos (Huelva: Niebla, 2015). Contiene: La humana comedia; Antología de Drink River.
  • Los crímenes de Niebla (Huelva: Niebla, 2016). Novela. 

Ha publicado en las antologías poéticas:

  • Carne picada: antología clandestina de la poesía onubense contemporánea (Huelva: Uberto Stabile, 1999). 
  • Voces del extremo: poesía y conciencia (Moguer, Huelva: Fundación Juan Ramón Jiménez, 2000). 
  • Voces del extremo: poesía y conflicto (Moguer, Huelva: Fundación Juan Ramón Jiménez, 2001). 
  • Voces del extremo: poesía y utopía (Moguer, Huelva: Fundación Juan Ramón Jiménez, 2002). 
  • Voces del extremo: poesía y vida (Moguer, Huelva: Fundación Juan Ramón Jiménez, 2006). 
  • Anfitriones: Antología poética de Ángel Poli, Francisco Ruano y Francis Vaz: Diez años de Madera Húmeda (1994-2004) (Huelva: Ateneo Alternativo "Antonio Carrasco Suárez", 2008). 
  • Gabinete de voces: Antología poética (Aljaraque, Huelva: Isla Varia, 2008).
  • Poesía viva de Andalucía (2006).
  • Cuento vivo de Andalucía (2006).
  • Lo que cayó del Conquero (2007).
  • Alquimia del Agua (2012), Tierra (2013), Fuego (2014) y Sal (2016).
  • Combinados poéticos (2015).
  • Palabras de Barricada.
  • Quinta del 63.
  • Sulscrito.

Ha colaborado en revistas literarias:

  • Elipse, Universidad de Zaragoza (2005).
  • Pasión por la Medicina (México, 2006).
  • Tripulante (2007).
  • La Rueda (2009).
  • Compromiso después del compromiso (México, 2010).

Ha sido hasta su fallecimiento el alma de la dirección, coordinación y dinamización de varias tertulias literarias en Huelva como "Café del Arte" y "Trastero Tertulia Dispar-Arte", cerrando su truncada andadura con esta Antología Poética. Formó parte activa del núcleo inicial de las tertulias literarias de "Madera Húmeda" y del "Bar 1900". Materializó con gran éxito algunos espectáculos multiartísticos. Fue el fundador e ideólogo de la "Tertulia Cultural Trastero Dispar-Arte".

 

Premios

Ha sido galardonado con el 2º Premio de Relatos "La Canaleta" (2000) y la mención especial en "Proemio Uno" (2001).

 

Obras en Internet

También ha realizado crítica literaria, como la que aparece en Hwebra: la revista electrónica sobre literatura, n. 3, Crítica, sobre el libro de Ernesto Feria Jaldón Estudios sobre Kafka (Sevilla: Renacimiento; Huelva: Diputación Provincial de Huelva, 2000). 

 

Menciones y reseñas de Internet

En el prólogo de Palabra y Piedra apunta Isabel Pérez Montalbán: "Francis Vaz no concibe la poesía como un pasatiempo, ni mucho menos como una actividad elitista reservada a unos pocos elegidos... Hay en todo su discurso un compromiso ético contra la injusticia y la pasividad... El resplandor de un lenguaje que se enriquece con durísimas imágenes y símbolos, hasta que parece que el idioma, la extensión inabordable del idioma, no le bastará para decir y ser entendido".

 

Fragmentos de su obra

Quillo, vida sana
La voz de Eladio
breve, nubosa,
desde el fondo del WC.
"Francis, tú lo llevas chungo,
sigue así, que no veas cómo vas a acabar.
"Quillo, vida sana".
Y sin saber
hasta qué punto amo yo el deporte,
ser como Carl Lewis,
el más rápido y
llegar antes que nadie
hasta la meta.

 

Luto
Desde la ventana de mi habitación, situada en el ala izquierda del primer piso, veo como el sol vertical abrasa todos los rincones de una tierra invivible para los insectos. Al fondo, a la izquierda, una inquieta nube de polvo me indica el lugar exacto donde Obdulio Manrique, con única ayuda de sus manos, destapó el primer terruño para cegarse con el brillo tibio del estaño. El lugar donde ahora, cuarenta años después, los obreros sueltan los picos y las palas para secarse el sudor de sus manos agrietadas en los harapos que los visten. El lugar donde la podredumbre de sus barracones es símbolo de la miseria y la soledad de un cielo sin murmullos. Allí sólo hay hombres recios de espalda quemada. Sus familias habitan en poblado de chabolas más cercano a la mansión, junto a un estanque de agua pútrida. Esas mujeres parecen una bandada de grajos, acurrucadas en la orilla con sus pequeños cántaros. Emulan a hormigas paseando su luto negrísimo en fila india, todas manoseando las cuentas de su rosario negro. Escarabajos al agacharse y verter el líquido sobre los rosales de la iglesia. Luego, como arañas, viudas negras silenciosas, cruzan la puerta y rodean la pureza blanquísima de su tótem. El sacerdote desde la altura las exonera a base de genuflexiones de los pecados ancestrales de sus antepasados. La emanación balsámica de la cera ardiendo se introduce en mis sentidos, sellándome los párpados. Cierro los visillos de la ventana y dejo caer mi cuerpo en posición fetal sobre la cama. Las manos muy juntas sobre el rostro. Los cuerpos sin piel de dos llamas vuelan por el techo como dos murciélagos inmensos, y no quiero verlos.

 

La cuestión
La raya, al final todo se reduce a la raya,
hay que tirarse en ella, revolcarse,
enfangarse en ella hasta el fondo,
que su blancura te otorgue un halo de pureza,
y dominarla, demostrar claro ese dominio,
como un vaquero en el rodeo.
Eso sí, jamás traspasarla,
eso no lo toleran.