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La Editorial Calleja

01, abril 2021

La Editorial Calleja escribió con letras de oro su nombre en la historia de la edición y de la educación en España, a partir del giro que dio Saturnino Calleja (1853-1915) cuando compró a sus padres, en 1879, el negocio editorial que regentaban en la calle de la Paz en Madrid, para convertirla en la editorial más popular de España, Hispanoamérica y Filipinas. Este sello, además de cuentos infantiles, editó libros de textos, obras juveniles, diccionarios, atlas, literatura para adultos, obras de pedagogía, historia, religión, medicina, geografía, física, derecho, cocina, higiene, baile...

Este éxito fue posible fundamentalmente a la introducción de importantes novedades: impresión de grandes tiradas de libros y escaso margen de beneficio para que se vendiesen a precios asequibles; la inclusión de grabados e ilustraciones de gran calidad con un propósito didáctico, a la vez que dotaban de gran atractivo a las publicaciones; la incorporación de cuestionarios, problemas y ejercicios a los textos, que facilitaba la enseñanza de los alumnos y el trabajo de los maestros; el empleo de distintos tipos de tipografía con diferente función, que hacía mucho más intuitivos los libros y favorecía el aprendizaje; y la edición en formatos más pequeños de los habituales  hasta entonces, para abaratar los libros y que llegarán a un mayor número de lectores.

Saturnino Calleja se hizo cargo de la editorial de sus padres en el mismo año que nació la Institución Libre de Enseñanza. Ambos establecimientos compartían ese espíritu regeneracionista, preocupado por la decadencia de España, a la que intentaban poner remedio. Para Calleja, los libros eran una herramienta efectiva para superar el atraso de nuestro país frente a otras naciones europeas, lograr su modernización y la redención moral e intelectual de la población.

En la España del último cuarto del siglo XIX, con más de un 70 % de población analfabeta y una escolarización que solo llegaba a un 40 % de los niños, Saturnino Calleja entendió que era apremiante dotar a los maestros de obras pedagógicas innovadoras y de calidad, pues hasta ese momento disponían de materiales pobres y escasos; y a los alumnos de libros de textos modernos y atractivos pero también económicos. Su labor editorial supuso una intensa innovación pedagógica en cuanto a la presentación, contenidos y planteamientos metodológicos de las publicaciones. Para ello, contó con escritores, ilustradores y otros profesionales de reconocido prestigio. Juan Ramón Jiménez, por ejemplo, fue contratado por la Editorial Calleja para encargarse de cuestiones estilísticas y tipográficas.

Con motivo de la celebración, el 2 de abril, del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, creemos que es justo rendir un homenaje a la labor de esta editorial, cuyos lemas "Todo por la ilustración del niño" o "Deleitar e instruir" definían claramente su espíritu. La Editorial Calleja publicó 3000 títulos de muy diversas materias, pero fundamentalmente es conocida por su colección de cuentos económicos, con una intención moralizante, y al alcance de todos los públicos. Gracias a Saturnino Calleja y a sus hijos, los niños españoles conocieron a Hans Christian Andersen, los hermanos Grimm o Charles Perrault. Esta ingente actividad editorial hizo que se popularizasen la expresión "Tienes más cuento que Calleja" y la fórmula con la que todavía hoy ponemos fin a nuestros cuentos "Y fueron felices y comieron perdices, pero a mí no me dieron porque no quisieron".

¡Feliz Dia del Libro Infantil!